25 abr 2008

Ya llegué al 4º semestre. Gloria a Dios

Enamorada de mi profesión. Bendito y alabado seas mi Señor, por darme tanto.

¿Qué significa ser educador?

"La profesión docente es noble y enriquecedora para quien la ama verdaderamente, pero puede llegar a ser el fastidio más grande para quien se acerca a ella por error, o porque constituye la última salida profesional y un sueldo más o menos seguro. El buen educador no tiene que ser una persona excepcional pero posee una cualidad que constituye el núcleo generador de toda su acción docente: ama la docencia en forma sincera y convencida, desprovista de falsa retórica. Además, es consciente de que todas sus actuaciones públicas y hasta privadas pueden afectar, para bien o para mal, a muchas personas.

Los educadores deberíamos preguntarnos siempre: ¿En qué medida afectará a mis alumnos esto que hago hoy? ¿Cómo reaccionarán ellos años después? y ¿cuánto de esa reacción será producto de mi actuación de hoy?

En nuestras manos está, aunque no seamos totalmente conscientes de ello, contribuir a formar ciudadanos responsables, amantes de su país, de sus leyes y de sus bosques; de su bandera y su pueblo, de sus ciudades y sus valles; de su idioma y de sus tradiciones; y, además, del arte y la ciencia y otras manifestaciones del hombre (de su Dios, en mí caso particular).

Sin embargo, no podríamos enseñar a amar y a respetar lo que no amamos y no respetamos; mal haríamos al decir nada más, y no hacer lo que pedimos que otros hagan". (...)

Por:
Licda. María Eugenia Dengo Obregón (UNESCO, 2004)

20 abr 2008

Tiempo para agradecer

De acuerdo con Santo Tomás de Aquino, la palabra "gracia" puede referirse a una de tres cosas:

1. La benevolencia que alguien, normalmente un superior o soberano, tiene por alguien: "el emisario halló gracia ante el rey…";

2. Aquello que alguien otorga a alguien, precisamente como signo de la actitud mencionada: "…y le concedió la gracia de la libertad para su padre…";

3. La expresión de felicidad y bienquerencia que esto otorgado produce en quien lo ha recibido: "…entonces el emisario le dio infinitas gracias".
Según esto, el agradecer se inscribe en la lógica de la gracia, y por tanto en la del pedir y recibir. Por consiguiente, aprender a agradecer supone que se ha aprendido, o por lo menos se está aprendiendo, a recibir. Una expresión de gratitud tiene mucha fuerza de humanidad en quien da las gracias y en aquel a quien se dan las gracias.

En efecto, como veremos en su momento, dar es un acto propio de la dignidad de persona, porque sólo aquel que se posee puede darse o dar algo realmente suyo. Por ello, al dar la persona en cierto modo se disminuye, en el sentido de que no puede dar sin perder de alguna manera. Sin embargo, esto que da, sea una palabra, una idea, un afecto o una cosa, es siempre algo menor que sí mismo. Por eso, cuando la persona recibe las gracias, recibe algo mejor que lo que dio, porque las gracias siempre tienen la dignidad de la persona que agradece.

Así pues, cada "gracias" que decimos enriquece a quien lo escucha, porque le hace recuperar, mejorado, aquello que dio.

Para saber agradecer, entonces, hay que partir del deseo de que el otro pueda crecer en su ser de persona humana. Lejos de toda exageración, adulación o simulación, el verdadero agradecimiento es un amable estímulo en la línea de la generosidad, de la eficiencia y de la prudencia. El agradecimiento ha de ser oportuno, sincero, afectuoso, pero sobre todo, gratuito. ¡No mezcles agradecimientos con nuevas peticiones, pues muy fácilmente van a sentir que estás simplemente haciendo un negocio! Al contrario, da las gracias como si no fueras a volver a ver a la persona. En este sentido, te resultará útil el verbo despedirse.

Es ésta la razón por la que no hay gratitud más hermosa que la que tenemos a Dios. Porque su gracia nos hace agradecidos, y nuestras gracias nos hacen gratos.


De diversos Pensadores:

  • Dios no estaba obligado a crearnos. Lo ha hecho por amor. —Santa Teresa de Jesús.
  • Piensa en los males de que estás exento. —Joseph Joubert.
  • La precipitación exagerada en pagar un servicio es casi como una ingratitud. —La Rochefoucauld.
  • No hay en el mundo exceso más bello que el de la gratitud. —La Bruyère.
  • La noche abre en secreto las flores, y deja al día que se lleve el agradecimiento. —Rabindranath Tagore.
  • Si haces el bien para que te lo agradezcan, mercader eres, no bienhechor. —Carlos Sánchez Navarro.
  • Haz el bien a tus amigos y a tus enemigos; conservarás a los primeros y quizá atraigas a los segundos. —Cleóbulo.
  • Los aduladores se hacen esclavos para esclavizar. —Jean Baptiste Descuret.
Fuente y créditos: Kejaritomene: http://www.geocities.com/Athens/Forum/5661/verbos.html

Hoy agradecemos a Dios por los hermanos que nos ha regalado para vivir esta Koinonía y los dones que por medio de ellos recibimos. Gloria a Dios y agradecimiento eterno:




Todos y cada uno de ellos por: Mantenernos firmes en la fe respetando el sentir y las convicciones políticas y religiosas de los demás; por ser contemplativos en la acción: Orantes; por ser Solidarios, Cálidos y Afectivos; por Cuidar Nuestra Gea y enseñar a otros a cuidarla; por mantenernos actualizados y compartir con otros...
En resumidas cuentas, nos han regalado estos dones por mantener la Koinonía con cada uno de los que nos visitan, nos aman y oran por nosotros. Dios les guarde.