15 dic 2012

En María puso su tienda: Guadalupe

Querid@s Herman@s:

Aunque tradicionalmente el 3er Domingo es el Domingo de Gozo, ya está cerca... Ya casi... Qué emoción. Se estremece nuestro ser... Personalmente la 2da Semana ha sido muy significativa.

Esta semana tuvimos la bendición entre otras cosas, de celebrar la Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, y es precisamente lo que hoy les quiero compartir, el evangelio vivo que para los cristianos ha de representar esta manifestación hermosa, contundente y maravillosa de Dios.

Es pues, María de Guadalupe, quien hoy nos hablará del verdadero sentido del Adviento y la Navidad. No voy a describir la historia de la manifestación, solo quiero puntualizar algunos detalles, luego de que contemplen junto conmigo la siguiente imagen: 


Cuando digo que María de Guadalupe (su imagen estampada en la tilma de San Juan Diego) es un evangelio vivo, es porque sin palabras su sóla imagen hablaba para el pueblo indígena, para el pueblo español, pero sobre todo para los mestizos que en el momento de su manifestación eran los del medio, los despreciados por unos y por otros y que no llegaba ninguno a la edad de 8 años, se presenta ella pues, como una doncella de no más de 16 años mestiza. Es palabra de Dios viva porque (como muchos saben) toda las características iconográficas de su imagen hablan del "Dios por quien se vive" en dialecto indígena y en idioma español. 

Nos trae en su vientre al Salvador: Se presenta como madre de Dios y a la vez, muéstra a los indígenas que ese Dios está de acuerdo, bendice y celebra la nueva generación mestiza que se levanta entre el dolor, la violación, el maltrato y pocos intentos de diálogo o mediación. Elije entre muchos a Juanito, su pequeño, el más pequeño de sus hijos. Y el obediente en todo, con amor, respeto, reverencia, educación y humildad cumple con todos sus deseos confiando plemanmente en lo que su corazón siente, sus oidos oyen, sus ojos ven: la herencia de sus antepasados en equilibrio con la enseñanza cristiana que hace pocos años acababa de aceptar.

Adviento es tiempo de espera y de preparación... María vivió un adviento de 9 meses hasta la llegada de Jesús en el portal de Belén. Su adviento fue profundo, lleno de pruebas, adversidades, temores, abandono... Pero no de Dios, así que "con Dios todo, sin Dios nada", siguió adelante acompañada del hombre que más la amó José de Nazaret. 

Nuestro adviento dura 4 semanitas, en las que normalmente es más el tiempo que dedicamos a colocar adornos y ambiente navideño que reflexionar sobre el misterio de la Salvación hecho realidad en Jesús, Dios hecho hombre por amor. También olvidamos "contemplar" la 2da venida de Jesús como Rey y Señor de todo. Y que, esta venida no sola se refiere a La Parusía, sino también al día que nos llame a su presencia... En conclusión, para nosotros sería beneficioso tener por lo menos 1 hora de adviento diario (por decirlo de alguna forma) donde preparemos nuestro ser para recibirle en gracia en el momento que él disponga.

Dentro de esta afirmación, refiero "la moda loca" de utilizar el día de la Guadalupe 12/12/2012 para afirmar que se acabaría el mundo (ahora lo pasaron para el 21 por los Mayas, creo) y la gente enloquecida haciendo cuanto "ritual" le permitiera "escapar" o recibir el "apocalipsis" en mejor disposición. No me rio, me entristece tanta ignorancia y tanta necesidad el ser humano de que todo termine y no de que todo comience. El apocalipsis no es el terminar, es el iniciar. Es el principio de la vida con Jesús reinando sobre todo lo creado. La muerte, para ser mas claros debería significar para nosotros los cristianos: puente que nos acerca a la eterna felicidad, al paraiso que es estar con él y en él para siempre.

Despúes de las 12am todo el mundo escribía sobre el karma y de que teníamos una nueva oportunidad para hacer el bien... Dios mio, Dios mio... Pensar que cada día al despertar es el momento para agradecer que tenemos un día más, nuevecito, sin estrenar para ser felices, para amarle, alabarle y servirle en todo y en todos.

Que este domingo cuando inicia esta 3era semana de Adviento, semana de Gozo, nos permita reconciliarnos con Dios y con los hombres, y esperar de forma alegre el encuentro con el amado, en esta vida y en la eterna. Amén.


Alabado sea Jesucristo.